La Casa I, que en general se corresponde con el Ascendente, simboliza la aventura de tu vida.
Te lleva a la Casa V, en donde empezás a (auto) reconocerte.
Desde esa identidad se define la forma en que le das sentido a tu vida, en la Casa IX.
¿Por qué las trabajamos en conjunto? Porque son el motor que te impulsa a descubrirte.