¿De dónde viene nuestra fuerza? No la fuerza que quiere forzar, imponer, sino la fortaleza interior, que no necesita de ninguna violencia. La Fuerza es una carta femenina en donde vemos que suavemente, sin esfuerzo, una mujer abre la boca de un león. ¡Qué odisea! ¿No es esto imposible?
¿Han visto esos videos sobre “encantadores de leones”? ¿Cómo se logra seducir a la bestia? En la llamada doma racional o doma sin violencia que se utiliza con los caballos, el ser humano trabaja desde la comprensión profunda sobre cómo funciona el animal. Le muestra que no lo forzará, construye un vínculo amoroso, se relaciona buscando un encuentro real. Para eso, hay un trabajo interno con la propia violencia y con los propios miedos. Un ejercicio con la suavidad, con la dulzura interior, que está asociada a una firmeza, a una fortaleza personal.
Esta carta del Tarot expresa eso de que a veces hace falta “más maña que fuerza” y que siempre “la unión hace la fuerza”. El león representa nuestra animalidad, nuestro instinto, nuestra ferocidad primitiva. Si la queremos someter, en realidad perdemos su fuerza vital. Si nos dejamos tomar por ella, nos transformamos en bestias brutas. ¿Cómo lograr potencia sin violencia? No se trata de confrontar, sino de acordar. Como en muchas artes marciales en las que el mayor logro es no pelear.
El instinto no debe ser reprimido sino aprovechado, sublimado, puesto al servicio de la espiritualidad. Se transforma entonces en nuestra fuerza espiritual. Ser fuertes de espíritu es mucho más interesante que forzar a los demás o a nosotros mismos. Esta es la animalidad sagrada que nos habita.