Ella está desnuda porque se abre al cosmos. Ha derrumbado la estructura de la ignorancia y reconoce la falsedad de la separación. Participa del universo con una profunda esperanza en la vida y se siente parte de la red. La inunda una alegría profunda, un estado de gracia. La Estrella es su guía y ella confía en el futuro.
En esta Carta de Tarot se representa la conciencia de ser parte de la creatividad del universo y la sensación de interconexión que logramos, al derrumbar, en la carta anterior (LaTorre): las estructuras rígidas que nos tenían atados y encarcelados. Es un salto de paradigma que trasciende el formato de una personalidad aferrada a una imagen de sí misma.
Somos parte de la humanidad, de la naturaleza, de lo vivo. Pero encerrados en una percepción limitada sobre la existencia, no lo experimentamos así. Lo que hemos derrumbado cuando llegamos a esta instancia, son patrones de conducta, mandatos familiares, modelos sociales, que nos desconectaban de la totalidad mayor a la que pertenecemos.
Se trata de la libertad que ocurre en el contexto de una profunda Conciencia Social porque lo fundamental, es que ya no se trata de “yo” sino de “nosotros”. La revalorización de espacios solidarios, humanos, amorosos, dispuestos a una conexión real con los otros. Pero si lo vivimos inmersos en el “yo” lo transformamos en la pobreza de un discurso espiritual negador y desconectado de los procesos colectivos, que son materiales, políticos, económicos, que requieren un compromiso real, una presencia en este mundo.
Al decir de Sallie Nichols: “la Estrella procura una nueva realidad; al conectar al héroe con la imaginación creativa del mundo, propiedad divina, está llenando su vida de un nuevo significado y un nuevo propósito”. La búsqueda de guías, de senderos espirituales, es característica del ser humano. Es un gran trabajo encontrarnos con el alma del mundo pero al final, hay recompensa.