En diferentes ámbitos de nuestra vida, ocupamos diferentes roles. Pero no siempre nos ubicamos bien en esos lugares.
En una familia, un hijo mayor puede ocupar el lugar de un padre ausente, o una madre entristecida puede tratar a su hija como una amiga confidente.
En el trabajo, un joven inexperto puede dirigir las comunicaciones digitales porque maneja bien las redes sociales, pero eso puede hacer que su jefe olvide que algunas decisiones estratégicas sobre esa comunicación, le corresponden a él.
Los lugares que ocupamos en los sistemas de los que formamos parte determinan la forma en que nos relacionamos y condicionar la manera en que resolvemos cada situación.
Usar las Figuras del Tarot para observar quién está ocupando qué lugar, y de qué manera, puede servir de guía para ajustar roles y observar qué ponemos en juego en el lugar que nos toca ocupar.
Elegí el sistema que querés observar (equipo de trabajo, familia de origen, grupo de amigos, etc.).
Vas a usar solamente las Figuras: Reyes, Reinas, Caballeros y Sotas (o como se llamen en tu mazo de Tarot porque pueden cambiar de nombre).
Mezclá y cortá las cartas.
Elegí una carta para cada integrante del sistema y disponelas boca abajo, ubicándolas espontáneamente (no te olvides de qué carta representa a quién). Dalas vuelta de a una para interpretarlas.
Supongamos que elegiste una carta para cada integrante de tu familia. Si la hija mayor aparece representada por una Reina de Bastos, ¿acaso es tan deseante y decidida que todos siguen sus caprichos? Si la Sota de Copas representa a la madre, ¿maneja bien su intuición o se comporta de una forma emocionalmente inmadura? Si el padre es el Caballero de Espadas, ¿funciona como factor desestabilizante?
La forma en que dispusiste las cartas también aporta información. ¿Quién mira a quién? ¿Quién está cerca de quién? ¿Quién funciona de intermediario entre otros? ¿Quién está ubicado al centro?